Se estaba realizando el baile de graduación. Eran las doce de la noche y el lugar todavía lucía repleto.

En la entrada, Mario discutía con David.

-Lo siento, pero ya sabes cómo es el negocio. Tienes hasta la una, cuando termine el baile, para pagar lo que nos debes -dijo David.

Manuel, el hermano de Mario, interrumpió la conversación.

-Vine a despedirme -comentó.

-¿Por qué te vas tan temprano?, apenas viene lo bueno -expresó David.

-Mañana iré a desayunar con Gaby y prefiero no desvelarme mucho. Además, todavía me falta caminar a la estación y después, una hora y media de viaje en metro hasta llegar a mi casa -dijo Manuel.

-Me saludas a papá, dile que lo visitaré pronto -mencionó Mario, quien se dirigió hacia la pista de baile a reunirse con Jimena, su novia.

Luego de unos minutos bailando, Mario fue a buscar dos bebidas.

Al estar en la barra, observó, a lo lejos, al director Torres hablando con Jimena. Acto seguido, el director se acercó hacia él.

-Ya me enteré de lo tuyo con mi hija Gabriela. Si no quieres problemas, aléjate de ella.

-Usted no es nadie para decirme qué hacer -expresó Mario.

La música continuó sonando durante el resto de la fiesta. Unos minutos antes de finalizar el baile, Nicolás, otro de los graduados, ingresó al baño. Al abrir la puerta, vio a Jimena junto al cuerpo de Mario, rodeado de sangre.

-¿Qué pasó? -preguntó.

-Entré a buscar a Mario porque estaba tardando mucho y no respondía los mensajes, y lo encontré así. Ve a traer al director Torres, yo le avisaré al hermano de Mario.

Procedió a marcarle a Manuel.

-¿Dónde estás? Tienes que venir lo más rápido posible, algo le pasó a Mario.

-Estoy en mi casa. ¿Qué sucedió?, me estás asustando.

Jimena le explicó la situación.

A un lado del cuerpo, había una nota que decía: "Tú te lo buscaste".